lunes, 10 de enero de 2011


Deja de esperar hasta que termines los estudios, hasta que te enamores, hasta que encuentres trabajo, hasta que te cases, hasta que tengas hijos, hasta que se vayan de casa, hasta que te divorcies, hasta que pierdas esos cinco kilitos, hasta el viernes por la noche o hasta el domingo por la mañana, hasta la primavera, el verano, el otoño o el invierno, o hasta que te mueras, para decidir que no hay mejor momento que justamente éste para ser feliz. Así que trabaja como si no necesitaras dinero, ama como si nunca te hubieran herido, y baila como si nadie te estuviera mirando

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